RENNY LOYO

CARTA AL NIÑO JESÚS 2025

Querido Niño Jesús, te escribo desde mi tierra, 

un juguete quisiera que no cause dolor, 

que espante a la sanguijuela que al pueblo aterra, 

y defiende lo nuestro con justicia y valor. 

 

Nos quieren arrebatar lo que la vida entrega, 

lo que la naturaleza nos dio con dignidad, 

y este pueblo en su lucha libremente se despliega, 

pero tú te has ausentado de la infancia y su verdad. 

 

Tanto tiempo olvidaste a los niños de mi suelo, 

parece un castigo lo que sufren sin razón, 

¿No ves lo que hacen los gringos con su celo, 

que sordos se vuelven y endurecen el corazón? 

 

Desde púlpitos nos llaman a ser dignos y sumisos, 

nos insultan, nos reducen a baratija vil, 

pretenden invadirnos otra vez con compromisos, 

cubriendo con su costra la esperanza infantil. 

 

Querido Niño Jesús, con respeto te hago reclamos, 

¿Por qué no te paseas por las tierras del poder, 

y ves cómo sufren los latinos que trabajamos, 

y migrantes que padecen sin justicia ni querer? 

 

La historia dice que viniste a sufrir, 

pero el mundo parece sufrir más por tu ausencia, 

los niños adelgazan, no pueden sonreír, 

la Navidad se marchita en su inocencia. 

No me alborota tu llegada con coronas, 

ni con ladillas que disfrazan tu misión, 

pasea por el mundo donde mueren tantas personas, 

y toca al falso líder que no siente compasión. 

 

Yo quisiera decirte palabras de ternura, 

ahora que renaces cada año sin cesar, 

pero siempre me traes juguetes de amargura, 

pistolitas y tanques que no saben amar. 

 

¿Por qué no me traes un corazón sincero, 

o un abanico humilde que refresque en el sol? 

Con eso me soplo y me siento entero, 

más rico que con armas que destruyen el rol. 

 

Querido Niño Jesús, desde el alma yo te ruego, 

recorre las favelas y escucha su clamor, 

mira los niños que la guerra deja ciegos, 

y los ancianos que sufren bajo el manto del terror. 

 

Mira a los cubanos resistiendo al imperio, 

y a los juguetes que llegan sin llegar a todos, 

aunque pobres, dan calor en su misterio, 

y sostienen la esperanza entre tantos modos. 

 

No te exijo calidad, sólo auxilio sincero, 

que mis hijos encuentren un camino distinto, 

que este mundo sufrido no reciba el acero, 

y que África no muera y respire sin distingo. 

 

 

 

 

Vamos niño Jesús, que surjan cien como tú, 

niños que se levanten con dignidad en su patria, 

que amen de verdad y no pierdan su luz, 

que venzan las lacras con fuerza y con gracia. 

 

Mis palabras son duras, no te quiero ofender, 

sólo sopla las barcazas que nos quieren invadir, 

que regresen a su patio y nos dejen renacer, 

para celebrar la Navidad sin temer al porvenir. 

 

Que no tiemble la tierra por voces extranjeras, 

ni por cabezas naranjas que vociferan sin paz, 

que no nos quiten gobierno ni las banderas, 

y que el Nobel no se manche con su disfraz.

 

Que la tierra respire con justicia y verdad, 

que los niños sonrían sin miedo ni temor 

que tu soplo divino nos devuelva la sinceridad, 

y celebremos unidos un mundo con amor. 

 

Que la mano se extienda con fe y caridad, 

que los pueblos se abracen sin odio ni crueldad, 

que tu luz nos conduzca con plena claridad, 

y florezca en la tierra un mundo de solidaridad. 

 

Que no tiemble la patria ni pierda su belleza, 

que resuene la voz con firmeza y destreza, 

que sepamos que juntos vencemos la pobreza, 

porque en la unión está la fuerza y la grandeza. 

 

 

 

 

Que resista este suelo con noble fortaleza, 

que no rompan su canto ni apaguen su pureza, 

que tu guía nos lleve con firme sutileza, 

a mantenernos de pie con entereza.

 

Feliz día de tu nacimiento,

te deseo grandemente,

sintiendo en corazón tu aliento

empujando tu fuerza con mi mente.

 

Renny Loyo.

República Bolivariana de Venezuela

Araure, Portuguesa}