He dejado de ser, por voluntad propia, aunque hoy, esté impuesto no acontecer.
Sépase que yo no soy, para resaltar sobre ellos y buscar la gloria o autenticidad vanidosa.
Es mi protesta, el perderme en la nada.
Me uno a todo, y ese, es el verdadero inicio no siendo.
Un final que viene a todos los que les han tullido su suceder, es el mismo, mas lo he elegido y por eso ahora en Él soy.
Veo a mi padre que fue, a mi madre que por más que nos hiéramos, siempre lo va a ser.
Pero el cálido abrazo de pocos que sabemos, quién está, deja entrever un haber.