DEPRIMIDA...
Mi vida está muy complicada y no me acepto como soy.
Vago sin rumbo, porque no quiero llegar a ninguna parte.
Porque mi vida esta sola y vacía, muy complica para amar.
Porque no tengo un manual que me diga qué decir, qué hacer?
Que decir, cómo sentir, cómo expresar lo que mi corazón siente.
Hay una inexistencia, una ficción de lo que significa amar.
Soy un fraude como persona, soy un espacio vació que nadie quiere llenar.
Estoy tan cansada de amar y de no sentirme amada.
Voy y vengo con mis pensamientos pecaminosos por un amor cobarde.
no me acepto como soy, tengo culpa, por perder lo ganado.
Por ser altiva, repugnante, celosa de lo quiero solo para mí.
Estoy perdida en mis falacias amorosas.
En mis encuentros nocturnos con el amor escaso y persuasivo de vivir para él.
Hay un silencios que no me dejan avanzar, me pone zancadilla a cada paso que doy.
Tengo encuentros con mis miedos de madrugada, miedo a quedarme sola.
Ya lloré mil ríos por alguien que amo pero no soy amada.
Años esperando ser amada y al fin llega pero así como llega se va.
Quiero llegar pero nunca llego, porque él está muy lejos de mis deseos.
Soy estúpida creyendo en lo irreal, ya estoy creyendo que no existo.
Que mi vida es un mito, soy victima compulsiva con deseos de amar.
Teniendo encuentros nocturnos en una cama vacía, c unos besos furtivos.
Me siento hipócrita, malvada, sola y triste como el fin en que acaba una loca.
Creo que soy como un vampiro y que solo quiere chupar sangre. O Joder.
Tal vez soy la autopsia circuncidada para acabar en una fosa común
Un SILENCIO me llena y me vacía, me abraza y me deja ir.
Estoy deprimida… por un deseo que acaba de morir.
Alicia Pérez Hernández ... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©
UN SILENCIO COBARDE
Sé que sientes lo mismo que yo.
Porque al verte, hay un pequeño instante en donde el universo se detiene. Nuestras miradas se penetran, dejándonos al borde de la desnudez con tus pupilas dilatándose, permitiéndome ver en ti la misma ansiedad que tú me haces sufrir.
​Sin verte a diario, siempre basta un segundo para intensificar esto que sentimos, algo que de seguro se llamaría la historia de un amor de dos acobardados, que se funde en la espera de que alguno dé el primer paso.
Autor: Álvaro s.