Ven
En esta casa tan vacía
me haces tanta falta.
En mi corazón aún hay alegría
que imprimiste en tantos años juntos.
Sé que me dejaste un cúmulo de dicha
para poder disfrutar en mi soledad,
pero aún está triste el espacio
donde tarde a tarde tocabas tu guitarra
y se escuchaba en todos los rincones
de la casa.
El árbol de Navidad ilumina la sala;
mil luces lo adornan
mostrando el camino a casa.
No te pierdas, por favor;
aún te espero cada día con el café humeante
y tibio servido en la mesa,
como un abrazo que anhela tu abrigo.
Mil pláticas para una buena velada,
risas acumuladas y un mar de llanto contenido,
y muchos besos.
Ven, te espero como cada mañana.
Lilia Molina Fernández
#poetadeliciense
23/12/2024