Sublime desvarío
Como límpido mármol de Carrara
fue mi cuerpo en tus manos prodigiosas;
esculpiendo con ansias muy fogosas
que lograron lujuria despertara,
Fue tu beso buril que cincelara
de mis sueños, las noches más hermosas;
que me dieron las horas más gloriosas
con el fuego que el alma me quemara.
Con caricias forjabas mi figura
y fundías tu cuerpo con el mío;
pues tallando mis formas con ternura
de pasiones forjaste grande río;
que llevaba en su cauce la locura
del mas dulce y sublime desvarío.
Autor: Martha Irene Sánchez
Managua Nicaragua.