Jesus Armando Contreras Nuñez

La cobardía también duele

No sé por qué me fui.
Tal vez debí esperarte.
No lo sé.

Quizás el destino
quería dos caminos,
sí, dos caminos distintos
para este amor.

O quizás huí.
Por cobarde.

Me fui sin saber
que haberme ido
dolería más.
Dolería hondo.
Dolería lo suficiente
como para querer volver.

¿Sabes?
Cada día es una pequeña tortura sin ti.
Y aún me duele preguntarme
por qué me fui.

La culpa pesa.
Pesa tanto
que se me cae encima
con tus recuerdos.

Y me pierdo
en esos besos largos,
en la profundidad de tus ojos,
en lo que pudo ser
y no fue.

Esos recuerdos
me oprimen el pecho.
Me quiebran por dentro.

Y entiendo, tarde,
que no toda huida salva,
que no toda distancia protege,
que a veces
la cobardía
también duele.

Jesús Armando Contreras