Gentes y voces,
que van borrachos por las calles,
pedantes insomnes...
El olor a limones,
del que sonríe por tus corales,
y te pone flores...
Luces inestables,
que alumbran secretos códices,
desde sus haces...
Demoníacos seres,
con principios guerreros y crueles,
sangrientos inmorales...
Y locos por follarte,
mogollón de personas indecentes,
que van de superiores...