Ven te cuento una historia,
la historia de un chaval que te quería,
el mismo que conociste por casualidad…
y que sin esperar…inexplicablemente…
llenó tu tiempo de alegría.
Ven cariño mío,
ven te platico lo que fue de él…después de tu partida.
Al principio te consideraba como un capricho,
parecía que pronto pasaría la fascinación,
que el antojo se desengañaría,
y que poco a poco esa emoción palidecería,
que a lo mejor no fue amor sino obsesión…
y que el sentimiento…que como viene se va,
con la desidia se evaporaría…en la frialdad de la apatía.
Te cuento que no fue así,
que el chaval aquel…
al principio creyó que fácilmente te olvidaría,
que con otra fragancia…tu presencia anularía,
y que más temprano que tarde…
andaría detrás de otra ilusión…
que restituyera la pasión que experimento contigo.
Pero el chaval aquel…
no pudo superar tu callada ausencia…
a pesar de haber pasado a habitar en el silencio,
se mudó a vivir en soledad…
con la esperanza de encontrarte entre añoranzas,
con la sola idea…
de que una noche de nostalgia…
le sorprenderías…anunciando que volverías.
La rutina se fue convirtiendo en meses,
los meses fueron cumpliendo años,
no se advirtió ningún indicio de tu presencia,
más bien se fue confirmando tu abandono,
no hubo ninguna señal que avizore tu retorno…
y cada vez se sentía más lejano tu regreso.
La triste historia del chaval que te quería…
se fue ablandando con el pasar de los inviernos,
se fue apagando entre recuerdos…
y disipándose insensiblemente entre la brisa de lo irrevocable.
Tal cual, despareciste aquella tarde…apaciblemente,
dejando una imperceptible huella …
que aún sobrevive entre mis versos.
Del chaval aquel… y de lo que sentía…
solo ha quedado como remembranza…sus 1555 poemas.