La verdad es
que no puedo
reducir
la vida
a eso:
a solo ir
a un lugar
o a una oficina
todos los días,
cumplir
con un horario
y con tareas monótonas,
para luego
llegar a casa
cansado
y sin sueños,
porque a duras penas
se duerme.
Yo creo que
la vida es mucho
más que eso.
Sé que la rutina
de un trabajo
es necesaria para
sobrevivir,
pero no puedo
aceptar
que esta vida se
reduzca
a solo cumplir
reglas sociales,
o hacer cosas
«normales»
para entrar en
el estándar
de vida que la
sociedad espera
de ti.
Perdón a todos,
pero no nací
para reducir
mi humanidad
de esa manera,
ni puedo soportar
la idea
de que la vida
solo se trata de
repetir
un ciclo eterno
todos los días,
y de delegarle todas
las esperanzas
a la muerte
de pasar a una
mejor vida.