Miro, veo y escucho
Todos tan genuinamente ideales
Seres inalcanzables y estrictamente perfectos
Cómo si el error hubiera fallecido antes de ellos
Cómo si el fracaso se hubiera condensado en quienes no pudimos comprenderlo
Les oí decir que yo no encajaba
Puesto que mi pecado era no ser perfecto
Que no reía o ultrajaba
Puesto que mi credo es el intento
Yo me equivocaba, caía, no me salía todo a la primera, estaba soltero y no había follado con miles de mujeres hermosas...
Yo era un tipo inexperto en casi todo, un sujeto poco ortodoxo y con poca paciencia...
Un aprendiz, alguien que necesita herirse para mejorar y que valora el esfuerzo.
Nunca fuí como ellos, ni feo ni guapo, ni inteligente ni estúpido, conciente que, ellos eran cosas de otra capacidad.
¿Será que dios se olvidó de mí? Que aún mirando al cielo y luchando con este destierro, sigo sin llegar a ser como ellos
¿Será que ellos merecen vivir? Espero sean tanto como dicen ser, puesto que todo lo que les constata suena fabuloso.
Y yo aquí sentado tomando un café pienso
En como ellos jamás llegarán a aburrirse
Y eso es lo más triste.