Tu risa es el centro
de tu magia,
es el sol resplandeciente,
tu alegre cascada.
Es trinar de aves canoras
cuando despunta el alba;
por eso no quiero estar presente
cuando la risa se te evapore
por la rabia;
no, no. Prefiero la ausencia,
a ver que se desvanezca
la risa en tu cara.
Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela