Se me acerca veloz la brava muerte
que me carga doliente por la vida.
Me acorta de la vida el débil hilo,
e intenta así cubrirme con su manto,
y crece, y crece, y crece con mi pena
y se alimenta más mi oscuro miedo
de que se apague mi paciente llama,
temiendo más al día y a su lumbre.
Con miedo, yo me escondo de la lumbre,
pues donde está la lumbre está la muerte,
esperando a apagar mi brava llama
con intención de así acortar mi vida,
y crece, y crece, y crece más mi miedo
que me cubre en silencio con su manto.
¡y araña fuera mi creciente pena
para así reparar al débil hilo!
Mas temo y ardo, y de la vida el hilo
yo mismo voy quemando con la lumbre
que desprende mi fúlgida y gran pena
por temor a la vida y a la muerte.
Yo he tejido de miedo un ancho manto,
y temo de ello, y temo de mi vida,
pues soy de mí homicida en este miedo
que se transforma en mi solemne llama.
¿Qué vigor me sostiene tenue llama?
Solo soy yo parado en este hilo,
y aplazo todo y todo abraza el miedo,
y en todo va apagándose mi lumbre.
¿Qué vigor me sostiene débil vida?
No hay nada. Nada. Nada. Solo muerte.
Solo hay muerte que acecha con su manto.
Solo hay muerte y hay turbia y triste pena.
Bien fuerte ha sido el hilo de mi pena,
y fuerte la potencia de su lumbre,
y aun más fuerte su oscuro y suave manto,
mas débil de la vida el largo hilo,
tornado por la fuerza de la muerte
en llaga ardiente de dolida lumbre.
¡Dolor de andar buscando en esta vida
remedio suave y breve para el miedo!
Se remueve en mi llanto el bravo miedo,
mientras brava se mueve, entre mi pena,
la sierpe oscura de mi triste vida.
Y qué veneno le escupió a mi llama,
pues oscurece su fornida lumbre,
y agota en tanta luz su débil hilo.
¡Hasta los hilos se consiguen muerte,
desdicha, cántaro, temido manto!
¡Sentimiento de arder cubierto en manto
de lino, de frondoso, oscuro miedo!
¡Sentimiento de ver lejana muerte
acercarse al compás de brava pena!
¡Oh, sentimiento de perder el hilo
que cuidaba y tejía suave llama…!
Mas, no hay peor dolor ni oscura lumbre
como la quema de la verde vida.
Enemiga parece ser mi vida,
pues en breve me aleja de su manto,
acercando otro manto que a mi lumbre
en breve y poco a poco torna en miedo.
Dolor de hallarme en tenue y brava llama,
persiguiendo un patrón de dura pena.
¿Es desgracia en verdad que el débil hilo
de la vida se corte con la muerte?
Muerte: llega con ritmo con la vida
tendida al hilo suave de tu manto,
con encanto a mi pena y a mi miedo,
mientras quedo en oscura llama y lumbre.