No te estreses por lo que no puedes cambiar,
a veces es mejor dejar las cosas como están.
Enfócate en lo que tienes,
en lo que sí puedes cuidar.
Verás que las cosas cambian para bien,
y si por alguna razón cambian para mal,
al menos sabrás
que hiciste todo lo que estaba en tus manos.
Porque soltar también es avanzar,
y la paz no siempre llega
cuando todo mejora;
a veces necesitamos tormentas
para sanar
lo que cuesta cicatrizar.