EL UMBRAL PERMANENTE
Llegó a la tierra suya,
su gente no le abrió,
mas en la puerta oscura
Él decidió quedarse:
raíz en la hondura.
Se hizo quieto cimiento,
corazón del mundo nuevo,
mensaje sin lamento:
paz que cubre el hielo,
amor como sustento.
Y aunque aún falta y duele
en el pecho del humano,
su luz ya no se hiele:
renace, mano a mano,
lo que el rencor desnuele.
— LMML