Stanley Herrera

Sentimiento

Desearía saber nombrar

esta emoción que habita en mí

y que duele en silencio.

No nace de la ingratitud,

sino del peso de la vida misma,

que me devuelve, cansado,

a la orilla de donde un día partí.

No es que haya regresado:

es que siento estar más abajo.

He luchado más de veinte años.

No quise herir,

procuré ser útil,

sembré donde pude.

Y aun así, la vida

cerró la puerta justo antes

del instante mínimo

que me habría regalado

un destello de la gloria soñada.

Cada amanecer me rindo.

Cada mañana,

una taza de café

me devuelve fuerzas prestadas

para intentarlo otra vez.

Tal vez no estoy hecho

para esta versión de mí mismo.

Tal vez el error

no fue luchar,

sino creer que alcanzaría

el lugar que imaginé.