Elias Castellano

HERMOSA NATURALEZA MALTRATADA

 

 

“¡Qué verde luce el prado!

Con un sinfín de flores superpuestas

parece recamado

por dos manos honestas

que tan solo a lo bello estén dispuestas.

 

¡Qué dulce canta el río!

Cuando pasa jugando con la espuma

en loco desvarío

de un amor, que se esfuma

cuando llega a la mar, y a ella se suma.\"

 

Así canta el poeta

cuando exalta la natural belleza

y cubre su paleta

de rimas con destreza

que plasma con sutil delicadeza.

 

El mirlo enamorado,

 o el jilguero que alegra con su trino

y canta desbordado.

Y el danzar dulce y fino

del macho de calandria ¡Tan genuino!

 

Las rojas amapolas

que brillan cual rubíes en los trigos

e imitando a las olas,

nos dejan ser testigos

del nacer y morir, juntos y amigos.

 

O el chopo voluptuoso

que hace en las riberas en verano 

de abanico lujoso,

y da en su rama, ufano,

fiel cobijo a la ardilla y al milano.