Tarde he llegado a tu vida
por azares del destino.
Pero no me daré por vencido.
No me importa si te casas,
con ese que te acompaña:
él no será mi enemigo;
sé que más temprano que tarde
se quedará en el camino...
Y cuando eso ocurra,
aunque sea en otro siglo,
yo te estaré esperando,
no tienes otro camino;
eso muy bien tú lo sabes,
y sabes que nunca será tarde
para continuar la historia.
que un día gestó el destino...
Por casualidad irrepetible,
chocamos sin un motivo,
mi mano tumbó tu cartera
y tu pensaste que yo era,
asaltante de caminos.
Lo demás ya poco importa.
A tus gritos y piñazos,
tirado quedé en el piso...
Y así llegó el día del juicio:
No dejamos de mirarnos...
No me importó la condena,
porque los dos lo supimos:
nuestras almas se besaron,
y la cárcel fue el camino,
que nos unió en la distancia
mientras lloraba el destino...
Ya han pasado cuatro años,
que para mi han sido siglos.
Entré siendo inocente,
y aquí me llené de vicios.
Por fin saldré de la cárcel,
cuatro años he perdido,
solo he aprendido un oficio:
asaltante de caminos...
Frank Calle (19/ dic/ 2025)