Usted y yo no tenemos ya nada que decir,
o eso quise creer mientras pasaba el tiempo,
ese tiempo que huye sin dejarse sentir,
como un rastro de sombra que se lleva el viento.
Usted me quita el aire
Usted me roba la palabra,
Usted me nubla la mirada y me oprime el pensar;
Usted es quien controla mi forma de verla,
Usted me tiene enamorado,
Y esto se tiene que aclarar.
Entonces sí hace falta que hablemos de frente,
de esto que nos pasa, y que los dos hemos sentido,
de lo que el tiempo callado se guardó amargamente,
pero que nos llama poco a poco con nuestros latidos.
Hablemos de nosotros, de aquel tiempo pasado,
cuando en el calor de su pecho logré yo soñar,
y en su suave piel, mis manos se enredaron,
Dejando a mi imaginación, eso de lo que hoy tenemos que hablar.
Tal vez sea cierto,
Usted y yo no tenemos nada que decir,
Pero sera mejor para los dos no quedarnos callados,
Porque sembradas ya las palabras, muy pronto echaran flor,
Y mi clavel a tu rosa, tal vez ya le ha hablado...