Cuando mi corazón y espíritu sucumbierón, la oscuridad se encarna para atarme. Aquella mezcla de luz y felicidad murió, y en su lugar solo germinaron ira, tristeza y lágrimas. En ese fulgor, yo dejé de ser yo. Perecí como mortal, y renací como la eterna oscuridad.
-La muerte y el loco.