Mucha gente me dice que nací siendo afortunado,
mi vida ha sido simple, de envidiar incluso.
Me duelen los huesos y me estoy quedando ciego,
no soy bueno en nada de lo que me gusta,
por más que me esfuerce siempre soy el peor en cualquier cosa.
No tengo nada... Vivo de ciudad en ciudad
buscando quedarme en alguna tierra que me acepte como hijo,
pero siempre me voy, siempre un extranjero...
La gente me encuentra amable, confiable,
solo porque mi manera de interactuar es la necesidad de escuchar
a otra persona hablarme.
No tengo nada, pero jamás respondo eso cuando la gente
que lo tiene todo me dice que les gusta mi vida...
Es llamativa, pero no es perfecta...
Un hombre que huye, cansado arriba del bus,
cansado arriba del avión, cansado mientras espera
su siguiente destino.
No hay amigos, no hay hogar, no hay calor...
Guardo en mis memorias cada conversación que tengo
como si fuese a ser la última,
porque la vida del errante es trágica,
vives solo... mueres solo... lloras solo...
Estoy solo.