Con íntimo anhelo,
me invitas a consumar tu apetito,
en un loco exceso...
Estando en ti, contigo...
siendo tu primer ministro o parecido,
al son de mi péndulo...
En tanto en cuanto,
a tus besos de tornillo voy deshojando,
en acción y movimiento...
A ritmo frenético,
como un alocado director artístico,
te condujo y dirijo...