Mari.o

DESPEDIDA

 

DESPEDIDA

Sobre la cama un madrigal:

pardas luces tus ojos

lámparas de genio

que encandilan 

los enigmas

de la noche. 

 

Beberte ya no es suficiente

por tanto: debo contenerte

en el símbolo elemental

donde la tregua 

es menguante

en novilunio. 

 

Apaciguada a mi pecho

donde emanan todas 

las suertes: tu voz 

 

desnuda que desciende

de los litorales concebidos

por los besos fecundos 

del eterno amoroso. 

 

[Mi nombre pues, 

cultivado en tu lengua. 

 

¡No me olvides!