Chocolate espeso y oscuro;
En su beso se derrite lento e intenso,
dejando en la boca un deseo que no apura.
Sabroso, tibio, prometedor,
como si cada segundo guardara un secreto por revelarse.
Así llega, así permanece, así se desea… ΞLLΛ.
Finalmente, deja en la boca un deseo que no sacia.
Queda esa falta deliciosa,
ese impulso íntimo de llevarse los dedos a los labios
para no perderse ni una gota.