Diego Ascanio

Alegoría del frenesí

 

 

Hace años llegué a esta ciudad

Tuve frío, hambre, miedo

Corrí, sudé, aprendí:

Moverse como única alternativa

 

En el áspero asfalto de estas calles

Mis pies, descalzos y mis ojos vidriosos

Conocieron el amor y el odio

la impresión de vivir

 

Desde entonces, todo es ligereza

Un frenesí al que mi cuerpo

Y todos los demás, acudimos para olvidar

Lo importante, lo valioso

 

Sin embargo, qué habría sido de mi

Si no hubiese aceptado esa velocidad,

No tendría hoy esta fuerza que me invade,

Este momento, de al fin detenerme a contemplar