Daniii_Farías

Donde aprende el silencio

 

 

La noche vuelve

cuando ya no queda nadie

que me diga qué sentir.

Vuelve despacio,

como si supiera

que estoy cansado de explicarme.

 

El mundo insiste en medirnos,

en ponerle nombre a todo,

pero hay heridas

que no quieren diagnóstico,

solo tiempo

y un lugar donde quedarse quietas.

 

Aprendí que el silencio

no es ausencia,

es un idioma antiguo

que solo entienden

los que alguna vez se rompieron

sin hacer ruido.

 

El pasado no avisa cuando regresa,

se sienta en cualquier recuerdo

y prende la luz.

A veces duele,

otras veces enseña,

pero siempre exige

que lo mires de frente.

 

Hay palabras que escribo

como quien deja migas de pan

para no perderse a sí mismo.

Porque uno también puede extraviarse

dentro de su propia historia.

 

No todo lo que sangra es final,

hay dolores que afinan el alma,

que la vuelven más humana,

menos arrogante

ante la fragilidad ajena.

 

Yo vi promesas romperse

sin hacer escándalo,

vi despedidas quedarse a vivir

en la rutina,

vi abrazos convertirse en recuerdos

sin transición.

 

Y aun así,

sigo creyendo.

No porque sea fácil,

sino porque rendirse

sería traicionarme.

 

Escribo para no endurecerme,

para que el cinismo no me gane,

para recordar que sentir

también es una forma

de valentía.

 

Si mañana no estoy bien,

que se note.

Que mi tristeza no pida permiso,

pero tampoco destruya.

Que me atraviese

y me deje mejor hecho

que antes.

 

Porque al final,

no se trata de sobrevivir intactos,

sino de aprender

a convivir con las grietas

y llamarlas hogar.

 

Y cuando todo calle,

cuando el ruido del mundo se apague,

ojalá me encuentre conmigo

sin tener que defenderme.

 

Ahí,

donde aprende el silencio,

yo sigo.