¡Qué solo me dejaste!
En el engaño, con esta simple rutina de
recordar, yo soy tu olvido.
El nombre borrado en tu pasado,
la letra invisible que va más allá;
soy el que desea tu boca,
la lengua que evoca la soledad,
el abrazo inflexible,
la mirada baja y el corazón
lagrimeando en silencio...
Yo soy el que golpea desde
un recuerdo y pide ahuecar y
poder entrar en tu memoria...
¡Pero qué solo me dejaste!
Sobre la oscuridad de la noche siniestra,
con la tibieza del desencanto.
Soy el mendigo de tu tierra,
con mi bandera de patria solitaria,
tierra que no para de decir mentiras.
Yo soy el llanto en silencio que
llueve en el alma, que canta:
\"¡Yo soy tu olvido!\"
Jaher