Quizá la sombra sea tu hija,
ámbar fluído de otro sueño.
¿Hay una verdad que nos radica?,
oyes el rugir del plomo,
o las escaramuzas de la lluvia
y te delata el miedo.
Quizá la sombra sea tu hija,
a través de los milenios.
Ya cerraron tus ojos,
clausuraron tu mirada
en la secuencia siguiente,
pero aplaudes con el ritmo
de los grillos celestes.
Desnudos los amantes
se ocultan suavemente,
aunque suene a mentira.
No hay nada más oculto
que aquello que se muestra.
No hay nada más secreto
que aquello que se dice.
La rosa es una forma
que nunca descubriste
con tus dedos lejanos
a lo que te percibe.
Ya cerraron tus ojos,
fue mientras contabas
estas mismas palabras.