Haberte conocido fue inevitable,
Él lo tenía todo planeado;
haberme enamorado fue inevitable,
Él me quería siempre a tu lado.
Inevitable fue lo vivido,
cada minuto y cada latido,
en cada beso, cada suspiro,
inevitable que nuestras almas se hayan tocado,
porque no hay nada más padecido
que todo aquello que se ha olvidado.
Y pasa el tiempo: inevitable,
y no te olvido: inevitable.
Haberte perdido fue lo evitable,
inevitable fue haberte amado.