Parece boca,
el campo muerto de sed,
y en bancarrota.
El cielo enciende
un cigarro a lo lejos
cuando atardece.
A ras de suelo
cráteres de juguete:
los hormigueros .
El arcaduz
con su hijuela de agua
a por la luz.
En la pantalla
se suspende un paisaje
que huele a nada.
El teleférico:
cabinas entre montes,
gotas de hierro.
En el mar nada
una quimera azul
a crol y a braza.
Del libro: En. Haikus para una primavera