Lo real de la vida
Lo real de la vida desde el fondo es sagrado;
es sublime y trasciende, no se puede ocultar.
Se evidencia con huellas, puesto que ha demostrado,
que el amor equilibra cual corriente en el mar.
Es así que el diamante toma brillo en el lodo,
su aptitud es fragrante para su tasación;
al igual que la vida, sin pugnar con el todo,
mueve dentro del alma su virtud y razón.
Lo real de la vida no se viste de lujos,
ni depende de nada, suele estar en el ser.
Brilla como una estrella, no se esculpe en dibujos
y tampoco se ufana con ganar o perder.
Lo real de la vida no consiste en grandezas,
ni se ostenta con fasto cuando encuentra color:
porque es dócil la rama que contiene riquezas,
de las cuales nacieron la aptitud y el amor.
Por lo tanto, el poeta que a su verso da vida,
su deber en la pluma cobra luz y es azul;
porque el hombre define qué recuerda u olvida,
aunque el verbo se talla como un lienzo de tul.
Samuel Dixon