El Silencio del Jardín
¿Por qué tanto silencio?
¿A qué tanta indiferencia?
Me quedo taciturno, pensando...
Tú, que eres llama y palabra,
que hasta escribes odas
y no sabes disimular.
Ya basta, amor, con la distancia
que nos impone el mapa,
para que ahora calles
ante mis versos
y soslayes los anhelos que nacen de ti.
Me inquieta tu ausencia: no eres así.
Eres jardín que en primavera florece,
fragancia que hoy no inhalo
y cuya falta me empieza a quebrar.
¿Qué sucede, corazón, que no sé de ti?
Dame un atisbo, una letra, un respiro;
un \"hola\", un \"adiós\" o un \"hasta luego\",
pero nunca un punto final.
Estoy en vilo, sin saber qué pensar.
Déjame vivir con la esperanza de verte,
de abrazar tu alma y volverte a amar.
Que nuestro idilio sea fecundo, como ayer,
y que nunca lo venga
el silencio a matar.