carlos emilio correa mendez

DIVERGENTES

Mente y cuerpo son divergentes

no conversan el mismo idioma;

la mente solamente razona,

mientras el cuerpo \"ríe\" libremente.

 

Ambos, en desacuerdo, simplemente 

precursores de indecisiones

llenan voragines de emociones 

a ansiosos e impertinentes.

 

La mente es la voz de alerta

cuando el cuerpo es placentero;

uno duerme, el otro despierta.

 

El cuerpo es extensa piel ciega,

mientras la mente con ojos abiertos 

se protege y no se entrega.