Mente y cuerpo son divergentes
no conversan el mismo idioma;
la mente solamente razona,
mientras el cuerpo \"ríe\" libremente.
Ambos, en desacuerdo, simplemente
precursores de indecisiones
llenan voragines de emociones
a ansiosos e impertinentes.
La mente es la voz de alerta
cuando el cuerpo es placentero;
uno duerme, el otro despierta.
El cuerpo es extensa piel ciega,
mientras la mente con ojos abiertos
se protege y no se entrega.