Si la flor pudiera expandir tu vientre fértil y
parir hermosa, locuaz y pequeña esencia de
vida,
tan encendida como la noche en que nace.
Si tu flor pudiera alumbrar con su luz
brillante y color apasionado el día (sabio
consejo de amor pudiera darte con mis versos).
Si tu flor pudiera abrirse a la vida y
amanecer con el sol, luego de
haber llovido viento toda la noche,
sobre ramas de árboles oscuros...
¡Si la flor pudiera amanecer de vos,
hermosa mujer, sinónimo de vida!
Si pudiera ella parir su esencia,
tierra de hermoso canto y llanto tierno, disimulo y maravilla.
¡Si la flor pudiera parir de tu vientre,
pues, de tu vientre más linda nacería la flor!
Jaher