Vengan a ver,
ha nacido el Rey
gritaba el buey.
Y todas las ovejas
miraban perplejas
al niño aquel.
Tuvimos la fortuna
dijo la mula
de verlo nacer.
La Virgen María
feliz y complacida
miraba a José.
Con su eterno silencio
San José contento
le dijo: Amén.
Y el recién nacido
se sintió bendecido
en el portal de Belén.
Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela.