(AbeL Cardoza Cedeño)
(I)
Caudaloso Río Cunavichito,
De innumerables encantos,
Remontando sus cristalinas aguas,
Con corrientes de plata,
Deleite de sus orillas y barrancos,
Sus playas adornadas de ensueño,
De corocoras y garzas blancas,
A lo lejos...
Un canoero con sus pesares,
Viene al garete sin canelete y palanca,
Había salido de Tapierito embriagado,
Rumbo al Hato La Esperanza,
Improvisando coplas sin rimas
Con respingos y arrogancias,
Anhelando su brioso río,
Sentimiento y nostalgias.
(II)
Vuelan el tautaco y el pájaro vaco,
La morena también se levanta,
Gaviotas y cotúas alegran el rato,
El jilguero con su trinar,
Disipa su melodía y canto,
En su apacible lecho
Un cardumen de pavones,
Dibujan en espejismo el ocaso,
En un devenir su acuarela lo delata,
Estaba varado en un remanso,
Acompañado de la oscuridad
Truenos y chubascos,
Con su vitola lisonjera se levanta,
Contemplando la frescura del cauce,
Colmado de remembranzas,
Por ser Cunavichito su romance,
Testigo fiel de sus andanzas.