Es diciembre.
Los días se despiertan
con su hechizo y su delirio,
arrojando nuevas luces
sobre las navidades.
Seremos sorprendidos
en algún aniversario
y ya no podremos caminar
sobre los días.
Las horas se despiertan
y se cantan villancicos.
Pero no tenemos miedo,
Padre.
L.G.