Nkonek Almanorri

GRIPE.

 

 

Es propio de la naturaleza

Humana odiar al que se

Ha ofendido.

 

Esta frase es del gran historiador romano Tácito, la dijo después de que Roma arrasara e incendiara Cartago, ciudad entonces en el Norte de África, Túnez; ciudad madre de Cartagena en España y ciudad abuela de Cartagena de Indias, Colombia. Esta costumbre, la de odiar al ofendido aún hoy persiste; es una manera de despreciar y hasta de criminalizar al que sintiéndose abusado y ofendido denuncia al abusador públicamente.

 

 

Siempre ha habido indicios claros de que en todos los pasillos y salas de todas las residencias de ancianos – en concreto en Madrid, años del Covid 19 – ocurrieron cosas y hechos, terribles: los ancianos, abandonados vagaban perdidos, desconcertados y desorientados por los pasillos, muchos de ellos murieron allí dentro, algunos en sus propias habitaciones, solos, asustados y allí estuvieron durante días: así se denunció en la prensa. Hasta hoy y por estos hechos los responsables administrativos y políticos aún no han sido juzgados y menos aún condenados: esto ocurrió en 2020.

 

En estos días hay un estado gripal muy alto entre la sociedad española, en Madrid más de lo mismo, otra vez: los hospitales colapsados, los pasillos invadidos de pacientes con mascarillas en asientos y con esperas de horas; los enfermeros no pueden atender a los pacientes; la sanidad, dicen, es un caos, pero yo creo que es un caos bien controlado: se trata de arruinar la sanidad pública para dirigir a los pacientes a la sanidad privada en la cual, si eres paciente económicamente rentable, recibirá atención, de lo contrario cabe la posibilidad de que mueras en el intento…

 

¿Será esta una nueva manera de matar a una parte de la sociedad?, pregunto. Esto es lo que se dice, lo que se comenta por parte de los que sufren esta realidad y que a su vez, como ofendidos, son odiados por el poder político. Es lo que decía Tácito hace más de dos mil años.