El mundo es una orgía y nosotros
quedamos fuera.
Resignándonos ante el embate de los días y
la sensación que da el amor...
Vamos como buscadores de verdades.
Somos cazadores de imposibles,
creadores de ilusiones,
amantes de los sueños fugaces y
las verdades escondidas.
Pues hay tanto carnaval desesperado...
Ocultando tristeza y la nobleza por querer curarnos;
puede ser fatal bajo el sol vespertino.
El mundo nos juzga sin habernos enjuiciado.
Es una viciada manera de barrer con su mugre...
Elaborando tanta torpeza egoísta
que pretende alimentar sus deseos.
Sea de la manera que sea.
Pues puede ser letal la búsqueda de la conciencia,
con tanta persistencia en la influencia del engaño,
la cual no puede venir sino de
la lengua afilada desangrando lo importante.
El mundo va duro en la dureza de lo inmundo.
Celebra en la fiesta berreta de obviar
lo tan obviado...
Con tanta pasión por subsanar,
puede ser mortal para el aire que respiramos.
En fin, el mundo es una orgía y
nosotros quedamos afuera.
Hernán J. Moreyra