Alcides.

Breve destino de una rosa

Breve destino de una rosa

 

Me arrancaron del jardín para decir tu nombre,

creí que mis pétalos sabían el camino hacia tus manos.

Pero fui broma, apenas un gesto sin destino,

y ahora me marchito lejos de tu mirada.

 

Caen mis pétalos al suelo, uno a uno,

repitiendo el viejo juego del azar:

“Me quiere… No me quiere…”,

hasta que en el último susurro

aprendió a callar.