Nkonek Almanorri

UNA OBSERVACIÓN PUNTUAL.

 

 

Siempre que lo deseemos,

El pasado se cicatrizará

En las aristas del

Olvido del

Pasado.

 

Me pregunto a menudo qué hay, qué existe o queda entre la observación de la realidad que nos llega y la capacidad de expresión de ésta cada vez más escasa y pobre a través de la palabra; ¿en qué estado nos quedamos cuando en medio de esta, dicen, polarización mediática, escuchamos tantas opiniones todas diferentes y más aún: enfrentadas?

 

¿Qué hay en un nombre? ¿Si le fuera dado otro nombre a la rosa, sería menos suave su perfume? Esta cita-referencia la encontré y está tomada del acto II de Romeo y Julieta y también abre el último libro de la poetisa Ana Luisa Amaral “What´s in a name” (qué hay en un nombre).

 

Existe de manera cada vez menos invisible una tensión entre la observación diaria de la realidad y la capacidad de expresión y comprensión a través de la palabra dada, expuesta, y esto se debe en gran medida, creo yo, al bajísimo y muy pobre nivel cultural que padece la sociedad actual, salvo excepciones, claro; incluida la que ha salido de las universidades con carreras universitarias y/o grados de estudios superiores, lo cual confirma en cierto modo la idea de algunas voces que dicen que: “Las universidades, salvo excepciones, que las hay, son centros de castración social, políticas y cultural”. Esto no es casual, todo lo contrario: ahí está la acción y el proyecto en EEUU del Orangután del Norte de controlar las universidades, a sus profesores e incluso a sus alumnos, todo es un proyecto bien calculado y llevado a la acción para hacer fracasar a una sociedad; este proyecto y forma de actuar contra las universidades ya no sólo está y se ejerce allí, en dicho país, sino que ya ha saltado a Europa y así ya se lleva a cabo en las universidades más importante y prestigiosas del continente, en concreto en Madrid (ciudad que ya es oficialmente un campo de experimentación política del plan del Gobierno de EEUU en Europa), la Universidad Complutense, una de las primeras del país, se cae a cachos por el lamentable estado de sus infraestructura; así mismo su profesorado la abandona por descrédito y sus alumnos muchos de ellos no pueden seguir por las altísimas cotas de pagos que han de llevar a cabo por estudiar en una Universidad que ya sólo es el signo de la decadencia en muchos sentidos: Todo es un proyecto bien elaborado de decadencia con un fin muy concreto: control sobre la sociedad. Es una observación puntual.