Encontrarte fue una suerte
que ya ni me imaginaba,
con insistencia pensaba
como enfrentarme a la muerte.
Tristeza y melancolía
socavaban en mi mente
una idea diferente
de cómo afrontar la vida.
Con mi ego ensombrecido
no admitía sugerencias,
mostrando así mis carencias
del norte que había perdido.
Un estallido de vida
se produjo al conocerte,
salí de aquel mundo inerte
con el alma renacida.
Y de la mano contigo
florecieron mis caminos,
surgieron nuevos destinos,
por ello yo te bendigo.
Classman