Cuento Corto: La Fotografía
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
Editado: 11 de diciembre de 2025
Había una vez una vaca que retrata fotografías en una discoteca y es una cámara de seguridad para proteger el lugar de malas acciones. Nadie se ha percatado de lo que hace la vaca. La vaca guiña un ojo y cada vez que guiña un ojo es que retrata la fotografía. La discoteca se ha convertido en un gran tránsito de gente que acude a la discoteca para divertir el alma y más el cuerpo para bailar. La vida de la gente es una gran sorpresa cuando acude demasiada gente allí para divertir el alma y más en contra de la voluntad para querer ser feliz. Entonces, llega un caminante de lejos, sí, era un señor de mediana estatura con gafas y de cabello con canas. El señor no detiene su andar cuando al acecho en poder crear una fotografía no se da ni cuenta que la vaca lo retrató en una gran fotografía. La autoridad busca a éste sujeto como uno de los más buscados de la red de narcotraficantes. El sujeto va y viene y prosigue su camino como si nada y es cuando la vaca lo retrata en una fotografía muy inusual. Si la fotografía era una calcomanía donde se adhiere a la superficie con pegatina. La vida forja un sólo mal destino y es que el hombre quedó como una caricatura y sin dar cuenta quedó retratado, pero, no, no, aún no es reconocido, por ende, la autoridad aún no tiene pistas del hombre donde aún camina para poder atrapar. La vaca en la discoteca, aún, sigue retratando a la gente, pero, el dueño edificó a la vaca y quiso retratar al desnudo a la gente. El hombre o sujeto logró llegar nuevamente a la discoteca y, sí, que la vaca lo retrató al desnudo cuando la autoridad se percata que el sujeto está sin poder atrapar. La autoridad se les olvidó algo porque cuando logran llegar al lugar era sólo una fotografía y buscan al hombre en el lugar y el hombre o sujeto ahora es la vaca que les guiña un ojo porque retrata a la autoridad al desnudo dejando sin sospechas que no era él el sujeto sino que es la misma vaca que retrata a la gente que van allí en busca de felicidad. La autoridad se marcha sin su acometido en poder arrestar al hombre cuando ahora la vaca les guiña ambos ojos porque posee dos ojos y no uno solo.
FIN