Alejandro José Diaz Valero

Granos que vuelan (Cuento)

En un viejo granero, reposaban una inmensa cantidad de granos cosechados con mucha dedicación y guardados con muchos cuidados por los campesinos, dueños de la cosecha.

Los granos eran guardados en sacos con el fin de llevarlos al mercado para ofrecerlos en venta.

Una tarde antes de que los llevaran a su acostumbrado viaje sin regreso, ellos estuvieron conversando muy alegremente.

- Yo quisiera ser un ave, dijo la lenteja

- Si supieras que yo también pienso  lo mismo, replico el garbanzo

- Un pájaro?? Que buena idea, contestó la caraota negra

- Sería interesante verdad?, intervino la caraota roja

- Pero solo somos unos granos, se lamentaba el maíz

- Pero porque hay que perder la esperanza, comentaba el arroz, quien quita y podamos volar cómo pájaros

 

- Hagamos una cosa, propuso nuevamente la lenteja, Invoquemos a los elementos poderosos de la naturaleza

- Y quienes son esos señores, preguntó el garbanzo

- El AIRE, el AGUA, y el FUEGO, contestó con rapidez la caraota negra

 - Señor AIRE, tendrá usted poder para convertir estos pobres granos en pájaros?, preguntó el maíz

- Ja ja ja ja ja ja, pero que ocurrencia, granos que quieren volar, claro como han visto tantos pájaros en los sembradíos donde nacen, ahora quien volar!!!, respondió el AIRE

 

- Diga, puede o no puede?, lo interpeló la caraota roja

- En realidad no. Lo siento, replico tristemente el AIRE, con cierto desgano

 

- Y usted señora AGUA, podrá convertirnos en aves?, pregunto la lenteja

- Ahora si se volvieron locos estos granos, vaya, vaya, me temo que no podré ayudarlos, contestó el AGUA

 

- Señor, FUEGO, señor FUEGO y usted, podrá hacer algo por nosotros?, preguntó el arroz

- Algo como qué?, pregunto el FUEGO

- Queremos ser aves, pájaros, pues queremos volar, contestaron el garbanzo y la lenteja

 - A ver déjenme ver, acérquense a mí

- Oh no, nos quemará, dijeron todos los granos asustados, usted tiene mucha energía y nos hace daño, no, no olvídelo

 - No señor, yo si voy, dijo el maíz

 Y valientemente se acercó al fuego, recibió su fuerza, su energía, y acto seguido, salió volando convertido en una blanca palomita de maíz.

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