Cierta nostalgia
te abraza en estos días
de un largo otoño.
Miras la lluvia
cayendo, lentamente,
mojando el suelo.
Se forman charcos
con gotas y con círculos
muy caprichosos.
Son como versos,
susurros que del cielo
Dios nos envía.
Piensas que pronto
serán las Navidades
otro año más.
Que habrá personas
que noten las ausencias
del ser querido.
Y otros que añoren
la risa y la alegría
que ahora no tienen.
Y yo les digo
que busquen en su alma
lo que les falta.
Que llega un Niño,
con un regalo eterno
y trae el amor.
Rafael Sánchez Ortega
04/12/25