Existo sin ti, pero no existo como existo contigo. No me sabe el café sin mirar tus ojos, ni la calle sin sostener tu mano, ni la cama sin tus brazos en mi cuello. Puedo existir sin ti, pero soy como un gorrión sin canto. No miraría la luna igual, imaginando que estás detrás de tu ventana y me piensas; que suena nuestra canción y volamos el uno hacia el otro; que cierro los ojos y apareces ahí, y besas tiernamente mi frente. Saber que me amas y que me guardas, que el viento huele a ti y que el mar grita tu nombre. Existo sin ti, pero existo mejor contigo