María José Irigoyen

ÚLTIMO ROUND

Los nombres del amor cambian como los días

Julio Cortázar

Apreciarte en la cama, trémulo

imposibilitado de algún movimiento.

Mi cuerpo te encadena y domina.

La mirada penetrante se ensarta en vos.

Los círculos se giran y ladean

examinan tus gestos, tu divino candor.

Consigo posar mis dedos vagabundos

en la superficie pulcra de tu piel.

Te dibujo, te acaricio, te consiento

te cortejo, te agito, te habito.

No es necesaria la resistencia.

Tu cuerpo dirección oblicua piloerecta

como un cactus acompañado de sus espinas

se propaga en su semilla

cuello que su búsqueda exhaustiva teje.

Agito las carnes

se acelera tu pulso

y la cadencia de fluidos,

corriente que huir quiere

resignado de la vida

solamente esperás,

muerte.