Te dejaste llevar de tus amigas que
me dejaras, que conmigo no tenías
buenos benificios, y en mi pobreza no
te faltaba el pan en la mesa, como
andaba uno atrás tuyo, ofreciéndote
lujos así de fácil me dejaste y estubo
contigo hasta que tuviste tu belleza,
y el dinero mal ávido se terminó.
Hoy ya no tiene esa lindura, estás
arrepentida y quieres volver porque
mejor le dices a tus amigas que te
ayuden a buscar otro que pinté de
lujos, que yo soy un hombre sencillo,
pero contigo no, no me hagas reír
mejor solito que vivo tranquilo.