Nublado el cielo, pero claro el corazón, salí a votar con firme convicción.
Sin fila, sin lío, todo bien ordenao’,
cumplí con mi Chile, tranquilo y parao’.
Con lápiz azul y carnet en la mano, pensando en el rumbo que quiero cercano.
Doblé mi papel con respeto y cuidado, mi voto fue claro, directo y trazado.
Ni el frío ni el cielo gris me frenaron, los sueños de patria en mí despertaron.
Salí del local con la frente altiva,
cumplí con mi tierra, con alma activa.
Ahora a esperar con un mate caliente, que gane la opción de la gente decente.
Porque aunque esté nublado y parezca gris, mi voto fue luz por un Chile feliz.