Media noche, y empiezas a girar;
Y las estrellas, espectadoras, a brillar.
El mar gira en torno a ti;
Y con tu ojo, me miras a mí.
Eso es imposible,
Ante tu vista soy invisible.
Aparte de la distancia
Que creó tu arrogancia.
Gira una vez, y otra vez más,
Sigue girando alterando al mar.
Traes lluvias contigo
¿Y yo? Aún aquí, desprotegido.
En la noche sueles aparecer
Porque de día me puedo esconder;
Te puedo evitar,
Y neutralizar.
Benedetti lo dijo;
Y ahora, con tu nombre a un huracán bautizo.
Un huracán de viento y mar
Que por las noches, suele acechar.