Hoy, prefiero no escribir poesía;
que sea este alboroto absurdo
que domina mi sueño,
quién adorne con luces y sombras
el lagar de tinieblas donde
hablan promesas, sueños y muertes.
Donde prometen promesas
qué ni viven ni mueren,
ni sienten agonía por sueños,
donde las promesas se pierden...